Entrada destacada

¡Bienvenidos!

viernes, 8 de marzo de 2019

MODELO DE COMENTARIO DE TEXTO RESUELTO - TEXTO PERIODÍSTICO - ARTÍCULO DE OPINIÓN - 1º BACHILLERATO



COMENTARIO DE TEXTO – MODELO RESUELTO

El orden

Imagínate que tu trabajo es ése: torturar. Que cada mañana, en vez de acudir a la oficina, al despacho, a la fábrica, fichas en una cárcel secreta, donde te espera un individuo encadenado al que ya zumbaste ayer de lo lindo. Quizá hiciste algunas horas extra para llegar a casa cuando los niños estuvieran dormidos o porque te has vuelto un alcohólico del trabajo desde que te han confiado esta responsabilidad. Luego ocurre otra cosa, y es que los días que torturas hasta tarde vuelves al hogar con más ganas de sexo que nunca. Tu mujer te pregunta entre risas qué rayos te dan en la C.I.A., porque habría que comercializarlo.
Pues eso, que cuelgas la chaqueta de un clavo que hay en la pared desnuda, con manchas de sangre, y te vuelves hacia el tipo encadenado, desnudo, esquelético, que quizá se ha meado y se ha cagado encima durante la noche. Tiene un ojo enterrado en un amasijo de carne sonrosada y el otro es apenas una rendija en cuyos bordes se entretiene una mosca. Sus testículos parecen dos balones de fútbol y babea una mezcla de sangre y de saliva entre los tres o cuatro dientes que han sobrevivido a la última paliza. Quizá le ofrezcas un poco de agua, tal vez una calada a ese cigarrillo cuya brasa apagarás luego en sus pezones.
Hablemos de los prolegómenos porque tú eres un tipo que ama su trabajo y este hijo de puta se merece un calentamiento previo. Te quitas la corbata, te remangas la camisa. ¿Por qué parte del cuerpo empezamos? Tal vez se lo preguntes a él, como si le estuvieras haciendo el amor, es posible que ésa sea tu idea del amor. Imagínate un trabajo así, con sus trienios y su Seguridad Social y con la garantía del Estado, como la deuda pública. Y con la tranquilidad que da contribuir al orden.
Juan José Millás.
El País, 12/12/2014
CUESTIONES
1- Tema del fragmento.
2- Resumen. (6-8 líneas)
3- Estructura externa e interna. En el caso de la interna, señala los elementos de referencia y los conectores principales que te han llevado a la elección del sema o semas que destacas.
4- Modalidad discursiva: indica de qué tipo de texto se trata según su objetivo comunicativo-incluye las funciones del lenguaje destacadas- y justifícalo con ejemplos extraídos del fragmento.
5- Indica las connotaciones colectivas de la palabra “zumbaste”, no sólo la aparecida en el texto.
6- Localiza en el texto una mención de un signo no lingüístico de carácter olfativo y señala sus elementos concretos (es decir, su significante, su significado y su referente).
7- Analiza morfológicamente de modo completo las palabras o expresiones subrayadas en el fragmento.
8- Indica los elementos formantes (lexema(s) y morfema(s)) de han sobrevivido y enterrado. Señala, igualmente, si se trata de una palabra simple, derivada, parasintética o compuesta.
9- Comenta el nivel de uso y el tipo de registro utilizado por el autor. Justifica tu respuesta con ejemplificaciones textuales.
10- Conclusión u opinión personal (indica algún aspecto especialmente interesante o que te haya parecido original o adecuado, y busca enjuiciar el interés del texto a partir de su actualidad, su intemporalidad, su originalidad, su estilo,...). (6-8 líneas)




SOLUCIÓN              El orden (Artículo de opinión, El País, 12/12/2014) – JUAN JOSÉ MILLÁS

1- Tema del fragmento.
El desorden del orden imperante en la sociedad. (Siempre que se pueda, queda bien aportar un matiz literario a la expresión del tema. En este caso concreto, aprovecho una obra famosa del propio autor, Millás: “El desorden de tu nombre”)

2- Resumen
Suponiendo que alguien trabaja torturando a posibles enemigos del orden social, como supuesto agente de la C.I.A., uno se acostumbra a convivir en su vida doméstica y cotidiana con los efectos nocivos de la violencia, observándolos como algo normal, pues cumples una responsabilidad que el Estado ha confiado en tus hombros para contribuir a garantizar ese orden. De hecho, la conclusión es que debes sentirte casi como en éxtasis amoroso, pues quizás sea ésa la forma en la que debe entenderse la tortura dentro del orden en una sociedad, como una forma más de amor, tan necesaria para el ser humano como lo es éste.

3- Estructura
3.1- Est. Externa: se trata de un texto de estructura INDUCTIVA, con la tesis al final del mismo, que consta de dos claras secciones:
- Primera parte: los dos primeros párrafos.
                -Primera subparte de la primera parte: primer párrafo. Millás refiere los hábitos de un imaginario torturador, centrándose en los profesionales, pero apuntando alguno de orden familiar.
                - Segunda subparte de la primera parte: segundo párrafo; sigue relatando esos hábitos, ya con el escenario profesional como único fondo y los prolegómenos de la consecuencias del maltrato de situaciones anteriores.
- Segunda parte: tercer párrafo, el autor desgrana el inminente momento de iniciar, una vez más, la tortura, realizando un símil entre esa labor “profesional” y la idea del amor que el torturador puede llegar a tener.
3.2- Est. Interna: el sema del fragmento es la TORTURA. A él se dirigen los distintos usos semánticos del novelista, como, por ejemplo, y muy al comienzo del texto, para que aún quede más clara su intención de destacar el vocablo, las catáforas del primer párrafo, una mediante el pronombre demostrativo de distancia media “ése” (>”tortura”) y otra con el S.N.“otra cosa” (>” más ganas de sexo”). También en ese párrafo el uso deíctico de los pronombres relativos para centrar la mirada tanto en el lugar de la tortura (“donde”) como en la presencia del torturado (“al que”).
Y en lo que respecta a conectores, llamativos son los de causa-explicación ( ”pues eso”),  introduciendo el segundo párrafo o  “por qué...”, en el tercero, buscando el reflejar si el torturador es capaz de preguntarse a sí mismo sobre los motivos que le llevan a realizar, sin impedimentos morales especiales, semejante ocupación. Millás parece dudar de que se lo pregunte o, en el mejor de los casos, cree que el maltratador suele igualar la tortura con un acto amoroso.

4- Modalidad discursiva
Estamos ante un texto periodístico, concretamente del género de opinión, un artículo o columna aparecido en el diario El País con fecha de 12-12-2014. Si bien presenta diferentes rasgos del subjetivismo propio de ese género que llevan a encontrar expresiones típicas de la función expresiva del lenguaje (el uso del tuteo para referirse al supuesto torturador-lector, o expresiones de carácter descriptivo muy marcado como “qué rayos te dan en la C.I.A.” o “se ha cagado encima durante la noche”), al ser obra de un autor literario de renombre como Millás, esta columna rezuma una constante alusión al “tú”, al hipotético lector que pudiese ejercer el “oficio” de torturador (o quizás pudiese llegar a pensar lo mismo que él, sin tener por qué ser de ese ramo profesional), por lo que la función apelativa se evidencia, con el objetivo, seguramente, de convencer al maltratador de que debe reflexionar sobre la penosa actitud que escoge cuando realiza esa tarea tan inhumana. A lograr este efecto ayudan lo variados usos de las locuciones adverbiales y adverbios de duda (“tal vez”, quizá”, respectivamente, con doble uso entre los dos últimos párrafos), marcando ese matiz de la posibilidad de que quizás cualquiera de nosotros pudiese llegar a comportarse como este supuesto torturador.
Por último, y aunque sea con interés casi escatológico, la función poética, la de enrarecer el idioma para buscar expresividades llamativas para los sentidos del lector, la observamos en el uso de toda una serie de palabras o citas socialmente malsonantes, desde “se ha cagado”, “zumbaste de lo lindo”, “hijo de puta”,...hasta el símil literario, casi metafórico, “sus testículos parecen dos balones de fútbol”).
Por su tipología discursiva, deberemos catalogarlo como narrativo-descriptivo, pues ni busca explicarnos ni probarnos hechos, tan sólo habla de suposiciones e intenta describir las sensaciones que producen.

5- Connotaciones colectivas de “zumbaste”
En el texto, “zumbaste” significa “golpear de modo contundente”.
Otras connotaciones colectivas de esta palabra se observan en expresiones como “salir zumbando” (“tener mucha prisa”), “estar zumbando una edad” (“estar cercano a cumplir años”, por ejemplo: “No tiene treinta años, pero le zumban...”) o, ya más regionalmente, en algunas zonas de Castilla-León, especialmente en Salamanca, “zumbar al perro” es “azuzar al can para que ataque a alguien”.



6- Signos no lingüísticos de carácter olfativo
Se observan en las expresiones “ese cigarrillo cuya brasa luego apagarás en sus pezones”, o en la ya mencionada “observas que se ha meado y se ha cagado encima”; eligiendo ésta, su significante sería “el mal olor que esas necesidades corporales sin limpiar convenientemente producen alrededor del torturado”, su significado es “persona vejada, humillada e indefensa” y su referente sería “imagen de una persona cabizbaja que se intenta apretar los muslos para evitar la expansión de sus nefastos efluvios corpóreos”.

7- Análisis morfológico de las palabras subrayadas
- Que: conjunción subordinante.  (Concretamente completiva, pues se refiere al elidido “imagínate”) - Recuerda que lo del paréntesis no sería necesario por ahora en el examen.
- Al que: pronombre relativo.
- Lo: pronombre personal, 3ª pers.sing., función objeto. (De carácter adverbializado, pues hace de cuantificador en el sintagma adjetival “lo lindo”) - Recuerda que lo del paréntesis no sería necesario por ahora en el examen.
- Porque. Conjunción subordinante (adverbial de causa)  - Recuerda que lo del paréntesis no sería necesario por ahora en el examen.
- Desde que: locución conjuntiva (adverbial de tiempo, al equivaler a “cuando”)  - Recuerda que lo del paréntesis no sería necesario por ahora en el examen.
- Qué: determinante interrogativo indirecto.
- Habría que comercializarlo. Perífrasis verbal modal de obligación.
- Apenas: adverbio de tiempo.
- Tres: determinante numeral cardinal.
- Cuya:*determinante relativo.(*Comentar que la gramática actual permite su designación como “pronombre” relativo).
- Previo: adjetivo calificativo, grado positivo, especificativo.
- Preguntes: verbo PREGUNTAR, 1ª Conj., 2ª pers.sing., presente de subjuntivo, activa, imperfectivo.
- Estuvieras haciendo: perífrasis verbal aspectual durativa.
- Ésa: pronombre demostrativo, distancia media.
- Estado: sustantivo propio, antropónimo. (No se refiere al topónimo o lugar “España”-, sino que está “personalizado”)
- Tranquilidad: sustantivo abstracto.

8- Elementos formantes de responsabilidad, han sobrevivido y enterrado
. Han sobrevivido: lexema : -viv- / Morfema Dependiente Derivativo prefijo: sobre- / Morfemas Dependientes Flexivos desinencias verbales: han, -ido    DERIVADA
. Enterrado (fíjate que en el texto se usa como adjetivo, y no como participio verbal, pues hubiese tenido desinencias verbales en ese caso): Lexema: -terr- / Morfema Dependiente Derivativo prefijo: en- / Morfema Dependiente Derivativo sufijo: -ad- / Morfema Dependiente Flexivo masculino: -o   DERIVADA (no es parasintética, pues existen ambas combinaciones: “enterrar” y “terrado”).

9- Nivel de uso y tipo de registro
El fragmento, por su tinte irónico y su intención de enmarcar el escrito en un ambiente de referencias malsonantes, puede llegar a parecer propio del nivel vulgar, pero la ausencia de una jerga de la delincuencia nos hace anular esa intención, dejando la más que evidente por parte de Millás de acercarlo al nivel culto, pero con un registro informal y usual para el ciudadano medio, buscando que el lector sobrepase el significado directo de las palabras para ahondar en su interior y descifrar la catadura moral o idiosincrasia de la figura de un maltratador, imagen que, según parece querer reflejar, quizás compartamos más convecinos de los que nos gustaría reconocer.

10- Conclusión (y opinión personal)
El autor logra descifrar las claves de la difícil personalidad que todo sujeto puede, por momento, mostrar según las circunstancias que le haya tocado vivir. Millás defiende la tesis de que detrás de cualquier hijo de vecina se puede esconder la figura de un torturador, en una época, ésta actual, en la que la violencia y el maltrato están a la orden del día, casi siempre escondidas o disimuladas por una sociedad que todavía no sólo no es capaz de atajarla de raíz, sino que suele convivir con ella sin especial problema, incluso con “tranquilidad”, quizás, como bien indica el novelista, porque se ha acostumbrado a pensar que se trata de un simple y deseado acto de “amor”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nos gustaría que dejarás tu opinión.